¿CÓMO PREPARAR TU PIEL PARA EL INVIERNO? LEE EL SIGUIENTE POST…
Durante los meses de verano nuestra piel se expone a múltiples factores ambientales que pueden dañarla, como una radiación solar intensa o la exposición a cambios de temperatura derivados de los equipos de aire acondicionado. Todo ello, provoca que nuestra piel se encuentre deshidratada y que en ella se hayan producido mecanismos de oxidación que derivan en el envejecimiento cutáneo. Además, durante el verano, puede resultar complicado el seguimiento de tratamiento cosmético en domicilio. Es frecuente olvidar el empleo de cremas faciales, usando de manera exclusiva un protector solar que, pese a ser fundamental para la prevención del envejecimiento cutáneo y el cáncer de piel, puede que no nos aporte la hidratación que nuestra piel necesita. Por todo ello, es será importante saber cómo preparar la piel para el invierno. La exposición solar en los meses de verano suele ser la responsable del incremento en el número y pigmentación de las manchas faciales. Tras los meses de verano, las arrugas de expresión facial se acentúan como consecuencia del mayor índice de radiación ultravioleta, dando a nuestra cara un aspecto de cansancio o tristeza. Para combatir los efectos nocivos del verano y preparar la piel para el invierno y que ésta se encuentre en condiciones óptimas para el invierno, deben plantearse diferentes tratamientos en función de cada paciente. Recuperación de la hidratación de la piel para el invierno Si tras el análisis facial nuestra piel se encuentra deshidratada, será recomendable el empleo de un tratamiento cosmético individualizado que lo corrija en base a agentes limpiadores y emolientes específicos. Este efecto puede verse potenciado mediante tratamientos de hidratación en la consulta y mesoterapia facial. Ésta tiene como objetivo la revitalización profunda de la piel a base de microinyecciones con vitaminas y/o ácido hialurónico. Las microinyecciones consisten en pequeñas infiltraciones intradérmicas por todo el rostro, que dejan una pequeña cantidad de producto, que tendrá un efecto de hidratación y nutrición. Con cada sesión se obtiene una piel más joven y luminosa, con una gran hidratación. Este beneficio se logra gracias a que las sustancias depositadas, así como el mismo efecto producido por el pinchazo en sí mismo. Se requieren en general varias sesiones con una cierta periodicidad, que variará según las condiciones de la piel. Cuando las “manchas” (léntigos solares) aparecen en nuestra piel, le dan a ésta un aspecto envejecido y poco cuidado. Corrección de las arrugas En la época estival se incrementa la exposición a la radiación ultravioleta, lo cual va a producir la necesidad de contraer constantemente la musculatura de la zona periocular como mecanismo de protección frente al sol. Esto va a dar lugar a la aparición de arrugas o va a hacer más profundas las ya existentes. Para intentar disminuir dicha contracción y hacer, por tanto, un tratamiento, pero también una prevención, la opción de elección es la toxina botulínica. Ésta contrarrestará las arrugas al relajar los músculos implicados en su aparición. El objetivo siempre es un resultado natural, sin eliminar la expresión personal de cada uno. El efecto de la toxina botulínica durará varios meses. Prácticamente no presenta contraindicaciones y puede emplearse ya desde edades tempranas para prevenir la aparición de arrugas indeseadas. Por último, la piel facial tras el verano puede encontrarse apagada, con falta de luminosidad. En esta situación, el tratamiento con diferentes tipos de PEELINGS QUÍMICOS resultan beneficiosos. Éstos se han empleado en desde 1950 y nos permiten mejorar la apariencia externa de la piel. En todos los tratamientos anteriores es fundamental integrar el empleo del factor de protección solar en la rutina de belleza. El filtro solar no debe usarse únicamente en verano cuando la exposición solar es intensa, sino también durante el resto del año, ya que constituye un pilar fundamental en la prevención del envejecimiento cutáneo y el cáncer de piel..